La variada oferta gastronómica de la ribeira Sacra se debe a la riqueza de sus tierras que ofrece productos de primera calidad, elaborados según procedimientos tradicionales que se han mantenido hasta nuestros días. Desde productos básicos como el aceite, el vino y la carne, pasando por la castaña, la cereza o la miel, hasta los más elaborados como los dulces, el pan o el aguardiente, integran una singular carta de sabores que puede degustarse en cualquiera de los restaurantes de la zona.